Entorno - CIN - Urbasa/Andia
El Parque Natural de
Urbasa y Andia
Hace 65 millones de años el mar cubría el espacio que hoy ocupan las sierras de Urbasa y Andia. Los restos de animales y plantas marinas se acumularon en el fondo marino y se transformaron en roca caliza. Durante miles de años, el agua de lluvia ha disuelto ese terreno calcáreo formando cuevas, simas, dolinas y otras curiosas formas, y dando lugar a acuíferos subterráneos que fluyen al exterior en forma de ríos y regatas. Es el caso de los nacederos de los ríos Ubagua, Iranzu y Urederra, este último declarado Reserva Natural.
La superficie de Urbasa y Andia está recubierta de pastizales, algunos roquedos y frondosos hayedos. En los bosques y rasos habita una gran diversidad de fauna, entre la que destacan siete especies de murciélagos y once de reptiles y anfibios. También se puede admirar dos árboles declarados Monumento Natural: el Tejo de Otsaportillo y la impresionante Haya de Limitaciones.
Desde antiguo, las sierras fueron utilizadas para el pastoreo, la caza, la leña y la producción de carbón. Varios dólmenes, túmulos y menhires recuerdan hoy a aquellos primeros pobladores. Los montes de Urbasa y Andia pertenecieron durante siglos a la Corona. Posteriormente aquellas tierras de realengo se convirtieron en Montes del Estado y, desde 1987, son una propiedad de la Comunidad Foral de Navarra sobre la que se reconocen derechos de usos tradicionales al conjunto de los navarros.
Todos estos valores geológicos, biológicos, ecológicos, estéticos, paisajísticos, arqueológicos y socioculturales hicieron que Urbasa y Andia fueran declaradas en 1997 Parque Natural.
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